Como director ejecutivo, Chapek lidió casi inmediatamente con una avalancha de críticas por errores de relaciones públicas, controversias políticas y decisiones comerciales abruptas que no recibieron el apoyo de los accionistas.
Pero se cree que la gota que colmó el vaso y lo que terminó presionando a la junta para pedirle a su antecesor, Robert Iger, que retomara las riendas de la compañía fueron las pérdidas y los bajísimos ingresos de Disney en los últimos meses.
Como bien apunta la revista Fortune, las acciones del conglomerado de entretenimiento más grande del mundo cayeron hasta un 41.4% en general durante el año.
Lee más aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario